sábado, 28 de marzo de 2009

El sábado que conocí a Domingo.

Hace ya algunas semanas me acerqué a El corte Inglés de Meridiana, y como no podía ser de otra forma me asomé a la seccion de novela negra. El último ejemplar de Siempre quise bailar como el negro de Boney M estaba en las manos de un armario de metro noventa. ¡Qué hemorragia de satisfacción! Me acerqué por detrás y lo observé: Le sonreía a su pareja mostrándole la portada del libro. No pude reprimirme: -Tienes la oportunidad de llevártelo firmado -le dije.
José Domingo, que así se llama José, se giró con excepticismo -¿Qué quiere este gachón - decía su expresión. Y tuve que repetirme: que si bla, bla, bla...
Miró la contraportada y comprobó que había la foto de alguien que se parecía mucho a mí. ¡Coño! Fue directo a la caja y se lo llevó firmado. Hablamos un rato, se interesó por saber cómo había conseguido publicar mi primer texto. José Domigo tiene el manuscrito de una novela, de cuando los manuscritos se hacían de verdad a mano y no mecanoscritos (como el del segón origen). Le animé a retomar el asunto, digitalizarlo y moverlo. Estas líneas son sólo para darle las gracias a José Domingo, a quien curiosamente conocí un sábado, y tantas otras personas anónimas que como él han puesto su granito para que el negro de Boney M siga bailando por las librerías de toda España 10 meses después de su publicación. Ahí va eso. ¡Ah, se me olvidaba! ECI ya ha repuesto los libros.

2 comentarios:

HLO dijo...

He visto tu blog es .38 y me he dado una vuelta por él. El título de tu libro es muy bueno: supongo que lo que viene detrás también..


Herminia.

www.lunaresnegros.blogspot.com

José Luis Romero dijo...

Gracias Herminia. Espero que si cae en tus manos no te decepcione.

José Luis.